“Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, en que siendo aún pecadores, el Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8)
Querido hermano, ¿has dado gracias por la vida y el sol de hoy? Tal vez eres una persona que quiere ver milagros, pero no se da cuenta de que tú mismo ya eres el primer milagro de todos. En este mundo caído, donde aún reina la maldad, todo lo bueno que puede existir es un milagro, proveniente de la bondad y misericordia de Dios. Todas las bendiciones, el sol, la luz, el aire que respiramos, el alimento, la vida, la vista de los ojos, la fuerza para trabajar, la disposición, el espíritu, todo lo que podemos tener, cada percepción, cada bien material, la protección en cada paso, cada gota de rocío del cielo, la temperatura, cada buen pensamiento de luz, cada inspiración de sabiduría, cada acto de humanidad, las personas que nos rodean, cada logro personal, cada descubrimiento de la ciencia, la evolución humana, cualquier cosa bien que puede existir en un mundo caído y oscuro como este, da gracias a Dios, porque todas las cosas, pequeñas o grandes, son el milagro más puro y sublime que proviene de Su poder y amor sin límites por nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario