“y de qué manera fuisteis convertidos a Dios dejando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero.” (1 Tesalonicenses 1:9)
Dios es un Dios vivo. El Todopoderoso es un ser personal que, siendo Dios, tiene vida propia. Él es el Dios Único, el Creador de Todo, pero Él es Personal. Piensa, razona, ve, siente, juzga, tiene sentimientos, emociones, ama, desea, anhela, se alegra, está satisfecho, se regocija, se exulta, se entristece, se complace, como también aborrece las cosas inmundas, desprecia el mal y el pecado, está enojado y odia la maldad. Es más, se siente amado y quiere ser amado, aunque sea de buena gana, o incluso tiene la capacidad de herir y tener celos de sus elegidos. Dios es un Ser Personal. Piensa por sí mismo y tiene sentimientos. Es evidente que todas Sus facultades son infinita e inconcebiblemente mayores que las nuestras. Su entendimiento, Su sabiduría, Su visión y Su Poder son de una grandeza indecible. Sin embargo, Él es un Dios vivo, que tiene vida propia. Expresa, proyecta, juzga y ama a Sus Criaturas como un Ser Vivo, lleno de Amor y Personal, que puede relacionarse, hablar e interactuar con Sus Criaturas. Él no quita el libre albedrío de los Seres que Él creó. Puede relacionarse con aquellos a quienes también les dio la vida y tiene las mismas facultades que Él, en cuanto a la autoconciencia, la capacidad de pensar, razonar, juzgar, sentir y ser. Cuando te relacionas con Dios, te relacionas con un Ser Personal, con una persona, aunque es el Dios Eterno de Todo Poder y Gloria, el Creador, es una persona que piensa, que juzga, que siente y ama, aunque a un nivel de grandeza indescriptiblemente mayor. Si quieres relacionarte con Dios, tienes que tratarlo como una persona, con la que puedes interactuar y conversar libremente, aunque no debemos olvidar que Él es Dios, el que nos dio la existencia, que somos Criaturas, y Él el que nos dio la vida, y el temor debido a él. Dios te ha dado libre albedrío, puedes elegir amarlo y justificarlo al someterte a Su Reino Bendito, o puedes elegir despreciarlo, si así lo juzgas, y Él no te quitará tu derecho a la libre elección, y por justicia también cosecharás las consecuencias de tus propios caminos. Él os dio el libre albedrío y no os lo quitará, aunque estéis sufriendo las consecuencias de lo que elegisteis, porque Él es un Dios Fiel y Justo. Él es el Ser que tiene una vida, pero es el Dueño de Todo Poder, el Dador de la Existencia y la Vida misma de Todo. Él sólo puede relacionarse con Sus criaturas e hijos a través del libre albedrío, pues las posibilidades de Su Poder y de todas Sus existencias son infinitas. Puedes hablar con Dios, en oración, y seguramente Él te estará escuchando. Él es quien tiene todo el poder para liberar y salvar a todos los que vienen a Él, a través de Jesús Su Hijo, por la Fe.
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