"A los que perseveraron en bien hacer, gloria y honra e incorrupción, a los que buscan la vida eterna. Mas a los que son contenciosos, y que no obedecen a la verdad, antes obedecen a la injusticia: enojo e ira." (Romanos 2:7)
"Y el diablo que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde está la bestia y el falso Profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás." (Apocalipsis 20:10)
El Juicio Eterno es algo verdaderamente terrible, que realmente durará para siempre. El Señor Jesús nos dijo que al final del mundo habrá el Juicio Final, donde los obradores de iniquidad irán al fuego eterno, que fue preparado para el diablo y sus ángeles. El Enemigo y sus ángeles, y todos los que los siguen, hombres que no se arrepienten en un tiempo aceptable, desafían explícitamente a Dios mismo y la gloria de Su poder, y por no haberse arrepentido, aún después del perfecto sacrificio y muerte de Jesús para salvarlos, sufrirán desprecio, vergüenza y eterno tormento de fuego, el cual, mientras existan los mismos cielos eternos, durará por los siglos de los siglos. Nunca más habrá salvación para aquellos que odiaron la verdad y despreciaron al Hijo de Dios, para todos aquellos que juzgaron a otros sin misericordia, y destruyeron y mataron personas sin misericordia. Nunca más habrá perdón para estos, por los siglos de los siglos, porque amaron la oscuridad, la mentira y la violencia para siempre.En el gran día final estos serán juzgados según sus obras, y quedará plenamente expuesta su crueldad, su desprecio y su maldad sobre los humildes, a su prójimo, a los pobres y sacrificados del mundo, levantando el dedo contra el Cielo y desafiando al Supremo Dominador. Después del Gran Día del Juicio, nunca más habrá salvación para aquellos que han despreciado el amor eterno y el gran acto de misericordia y salvación que Dios ha provisto, a través de Su Hijo, para todos los que solo mirarán a Él, con arrepentimiento, durante un mínimo momento de sus vidas, y creer en Su Nombre. El Apóstol Pablo llama a este juicio Perdición Eterna, donde los escarnecedores incrédulos, junto con los gobernantes de las tinieblas, sufrirán la muerte segunda, y serán desterrados para siempre del Rostro del Señor, Su Reino y Su Gloria.
"Y el diablo que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde está la bestia y el falso Profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás." (Apocalipsis 20:10)
El Juicio Eterno es algo verdaderamente terrible, que realmente durará para siempre. El Señor Jesús nos dijo que al final del mundo habrá el Juicio Final, donde los obradores de iniquidad irán al fuego eterno, que fue preparado para el diablo y sus ángeles. El Enemigo y sus ángeles, y todos los que los siguen, hombres que no se arrepienten en un tiempo aceptable, desafían explícitamente a Dios mismo y la gloria de Su poder, y por no haberse arrepentido, aún después del perfecto sacrificio y muerte de Jesús para salvarlos, sufrirán desprecio, vergüenza y eterno tormento de fuego, el cual, mientras existan los mismos cielos eternos, durará por los siglos de los siglos. Nunca más habrá salvación para aquellos que odiaron la verdad y despreciaron al Hijo de Dios, para todos aquellos que juzgaron a otros sin misericordia, y destruyeron y mataron personas sin misericordia. Nunca más habrá perdón para estos, por los siglos de los siglos, porque amaron la oscuridad, la mentira y la violencia para siempre.En el gran día final estos serán juzgados según sus obras, y quedará plenamente expuesta su crueldad, su desprecio y su maldad sobre los humildes, a su prójimo, a los pobres y sacrificados del mundo, levantando el dedo contra el Cielo y desafiando al Supremo Dominador. Después del Gran Día del Juicio, nunca más habrá salvación para aquellos que han despreciado el amor eterno y el gran acto de misericordia y salvación que Dios ha provisto, a través de Su Hijo, para todos los que solo mirarán a Él, con arrepentimiento, durante un mínimo momento de sus vidas, y creer en Su Nombre. El Apóstol Pablo llama a este juicio Perdición Eterna, donde los escarnecedores incrédulos, junto con los gobernantes de las tinieblas, sufrirán la muerte segunda, y serán desterrados para siempre del Rostro del Señor, Su Reino y Su Gloria.
Pero bienaventurados los que oyen el Evangelio de Jesucristo y se vuelven de sus pecados en vida, creyendo en el poder de Dios y sometiéndose a Su Reino, porque así como el juicio de los impíos será eterno, la salvación de los que se arrepienten del mal y creen en Cristo mucho más durará por los siglos de los siglos, en el Reino sin fin de Salvación, Luz, Poder y Gloria del Todopoderoso y Siempre Eterno Padre, porque el Hijo de Dios, para los creyentes, ha vencido todo el poder del mal que nos aprisionaba, viviendo la suprema vida santa, justa y perfecta que era aceptable ante Dios, siendo Dios hecho hombre, muriendo por nuestros pecados, para que tuviéramos una nueva posibilidad de arrepentimiento y perdón completo, en su sangre. Dios quiere la salvación de todos, la Biblia nos dice que Dios no se complace en la muerte de los impíos, que amó al mundo con un amor eterno, enviando a su Hijo Unigénito para salvar a los que miran a la Luz, y por su Espíritu lucha con el corazón de todos los hombres para que abran los ojos a la verdad, se aparten de los malos caminos, se arrepientan, hagan justicia y se salven, para ser vencedores de hoy en adelante, y en el futuro obtener la resurrección victoriosa de la gloria de los hijos de Dios para la vida eterna sin fin con motivo de la venida definitiva del Reino de Dios, que ya ha vencido y muy pronto se manifestará en plenitud también en la Tierra. Que la Paz y la Comprensión de la Luz estén con los hermanos.
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