"Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó". (Romanos 8:37)
Amados hermanos, ¿comprendéis por qué el verdadero cristiano tiene la fe tan probada y pasa por tantas tribulaciones? Pues sabed que la victoria de todo cristiano es una réplica de la victoria de Jesucristo. La misma victoria que Él tuvo sobre el Diablo, sobre el Pecado y sobre el Mundo es también para los Elegidos. ¿Ahora entiendes por qué el Diablo quedó vivo después de la resurrección de Jesús? Para que, por la Fe, sufra la misma vergüenza y la misma derrota miles de millones de veces más que la que sufrió en la Cruz. Es evidente que nuestra victoria está en Cristo, y sucede sólo a través de lo que Él ha hecho y conquistado por nosotros. Debemos saber que dependemos del Señor, que está en nuestro corazón, para absolutamente todo. El Señor ha hecho lo que era imposible para todos y nos da la salvación gratuitamente por la fe. Él venció y condenó al pecado mismo para que pudiéramos ser libres. Es Su victoria la que nos hace vencedores, no la nuestra. Así como es la justicia del Señor y la vida perfecta lo que nos hace justos, no a nosotros mismos. Vencemos, por la fe, pero todo es por la vida y obra victoriosa del Señor en la cruz, quien se entregó y venció por nosotros para que por medio de él seamos salvos y tengamos vida. Cuando confesamos la victoria de Jesús, que en el plan de la eternidad ya aconteció para siempre, y tomamos posesión de lo que Él ha hecho por nosotros, entonces nos convertimos en más que vencedores, y la victoria del Señor, por su vida y presencia en nosotros, se replica y también sucede en nuestras vidas! ¡Fuiste engendrado de Dios en Cristo Jesús, según Su semejanza, y todo lo que Él hizo, también tienes la capacidad de hacerlo, por Su Nombre y por la fe, para la gloria de Dios! Por eso somos sus discípulos, para seguir sus ejemplos, sus enseñanzas y sus pasos. Ahora, ¿entiendes los propósitos de Dios? Sepa que Él es grande, maravilloso y sabio en todo lo que hace. Quien cree en el Evangelio y confiesa la victoria de Cristo se convierte en vencedor. En este asunto, no tenéis que luchar, ni hacer sacrificios imposibles, simplemente confesar, por la Fe, la verdad que el Hijo de Dios ya ha conquistado para siempre, por todos nosotros, y ya seréis incluidos como partícipes de esta victoria, que entonces a través de Él será maravillosamente replicado para ti también. Cree que Cristo venció. El que no cree y permanece incrédulo no tiene la vida de Dios. Tienes que creer y vencer. Vuestra vida en la Tierra debe dar testimonio desde el cielo y glorificar a Dios, porque en vosotros se ha generado una nueva vida espiritual, la vida redimida y eterna de Jesús. Ningún perdedor entrará al Reino de Dios, créelo, TIENES QUE GANAR, NO HAY SALIDA!!! No en vano, después de su resurrección, Jesús llamó a sus discípulos "mis hermanos". Toma posesión de la victoria que también te pertenece, sal de las garras y grilletes del pecado, la vida vieja y el dominio del mal de este mundo derrotado y entra en el reino del Reino de Dios por la fe y sé lleno del poder de la nueva vida victoriosa que ha sido conquistada para ti por Jesús!!!
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