"Pero es necesario que hoy, y mañana, y pasado mañana camine; porque no es posible que profeta muera fuera de Jerusalén." (Lucas 13:33)
Dios nos ha dado la promesa de la redención, de la futura resurrección y de la Vida Eterna para todos los que reciban por la fe el testimonio de Su Hijo, de Jesús, quien nos trajo la revelación de la verdad y la voluntad de Dios, que nos ama y nos salva, por medio de Él. Sin embargo, es necesario respetar nuestro tiempo probatorio en la Tierra, caminando en el Temor de Dios, con humildad y en obediencia en el tiempo de nuestra carrera que transcurre donde debemos dar testimonio de salvación y ganar la Buena Batalla de la Fe, a través de la sumisión y obediencia a Dios y Su palabra. No debemos comportarnos como los individuos exaltados y arrogantes, insumisos a las autoridades y leyes de Dios, que se comportan con tanta insolencia y falta de respeto, como si ya estuvieran por encima incluso de la misma muerte. El que cree en Jesús ha recibido el Don de la Vida Eterna, no entrará en condenación y ya ha pasado de muerte a vida, y ya no necesita vivir bajo el temor de la muerte y del juicio futuro, porque recibió el testimonio del Hijo de Dios y renació en espíritu a una nueva vida incorruptible. Sin embargo, es necesario respetar nuestro tiempo probatorio de mortalidad evidente, porque la resurrección, que se manifestó primero en Cristo, aún no se ha cumplido para todos, sino que es una promesa para un futuro muy breve para los que reciben el Evangelio y permanecen fieles en la esperanza desde la fe hasta el fin. Prestad atención hermanos, la Palabra de Dios nos dice que el temor de Dios y la justicia libran de la muerte, pero ni siquiera Jesús, antes de su glorificación, se consideraba inmortal.
"que se han descaminado de la verdad, diciendo que la resurrección es ya hecha, y trastornaron la fe de algunos." (2 Timoteo 2:18)
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